domingo, 3 de abril de 2016

El vuelo


El martes 29 de marzo salimos de la terminal T4 del aeropuerto Adolfo Suárez - Barajas, de Madrid.

El vuelo salía a las 22.00 horas rumbo Dubai donde haríamos una escala de 3 horas, aunque salió con un poco de retraso. Volamos con Emirates.
La verdad que no tiene nada que ver con ningún otro avión en el que yo hubiese ido.

Era enorme, muy bonito y muy bien cuidado.

Según entramos me emocioné. En serio??? Ibamos a ir así de cómodos????? la azafata me recibía con champagne???


Pero no, claro, eso era Busines. Entonces como será First class en emirates???? yo tenía la esperanza de que nos dejasen cambiar en algún momento. Que una azafata viniese y nos dijese: Disculpen, pueden acompañarme a business please?? ajjaja. Bueno el caso es que la clase turista no estaba tan mal. Los asientos eran bastante amplios y con un poco más de espacio de lo normal.
Tuvimos suerte que para ir llevabamos 3 asientos para nosotros dos, así que íbamos relativamente cómodos hasta que.......Tachaaan!!! cómo no, a David le tocó la chica más lista del avión delante. Tooodo el camino con su asiento tumbado hasta atrás. Hasta el punto que hasta para comer había que pedirle que lo echase hacia delante para poder colocar su bandeja. Ahí se ve también la educación de la gente, cuando constantemente les tienes que pedir que se coloquen bien para no molestar a los demás.
El trato de las azafatas era fantástico. Nada más entrar variedad de zumos y agua.
Las comidas estaban muy bien. Tenías un menú donde podías elegir  lo que querías comer.
Yo elegí el pollo a las especias marroquíes, que aunque de aspecto era típico de la comida de avión no estaba mal del todo. Los acompañantes del plato eran bastante buenos.






El vuelo hasta Dubai duró 6 horas 30 minutos y la verdad que no pudimos descansar nada. Entre los nervios del viaje, la pesada del asiento delantero con él tumbado que casi te da en la cara.....
Pero bueno, por fin llegamos a Dubai. Según sales del avión tienes que pasar un control, en el que también te quitan el agua que has comprado en el avión. Alguien entiende algo??? De las maletas nos despreocupamos porque se facturaron directamente hasta Sídeny.
Pasamos el control sin problemas y entramos en la terminal 3 de Sídney después de un viaje en autobús de unos 7 minutos para llegar a la terminal.
La terminal es una pasada, llena de tiendas de lujo, salones de masajes....los detalles no me parecieron muy caros pero la verdad que no llevabamos monedas del país asi que decidimos dejar para la vuelta los encargos ( Tranquilos pedro, vero, jenny y llamas, tendréis vuestro imán de Dubai).
Decidimos ir a desayunar: un café, un chocolate y dos croissants. David pagó 65 dirham, es decir 15 eurazos.  Casi de me indigesta el chocolate.
Paseamos un poco por la terminal en busca de la máquina expendedora de lingotes de oro que todo el mundo dice que hay allí pero la verdad que no la encontramos, sino claramente me hubiese sacado unos cuantos lingotes jejeje.

Volvimos  a pasar otro control para poder ir hacia la puerta de embarque donde te quitan de nuevo todos los líquidos que lleves, así que menos mal que no compramos nada. La mujer que me hizo el control me pregunto si llevaba líquidos e increiblemente la entendí!!!! no entendía nada desde que salimos de Madrid. Pasamos el control sin problemas y embarcamos de nuevo. Esta vez rumbo a Sídney.
Esta vez no tuvimos tanta suerte y nos tocó ir en una fila de tres con el hombre más raruno del avión.
Estuvimos una hora sentados en el avión hasta que despegó por lo que salió con una hora de retraso. Es decir, que estuvimos 15 horas dentro de ese avión. Bien, pues el hombre de mi lado no se levanto, ni se movió ni cambió su postura en el avión en las 15 horas de vuelo. Yo estaba alucinando.
15 horas sin ir al baño? sin levantarse? sin moverse? sin ni siquiera acomodarse en el asiento??? debía ser el hombre de hielo o algo así.
Según subimos se puso a hablarme, en inglés claro, y yo no sabía ni donde meterme. Sorry, I don´t speak english, pero el hombre seguía preguntándome por qué no iba el wifi o algo así. Menos mal que estaba David para sacarme del paso.
Bueno pues esta vez en el avión nos tocó comer según despegó. Vaya jaleo de horarios, si solo hacía un par de horas que habíamos desayunado. 
Esta vez elegí salmón sellado y la verdad que fue un acierto, estaba riquísimo. Es la primera vez que me como todo lo que ponen en el avión.
Después la verdad que el trato 10!! zumos y agua, snacks....todo lo que quisieras. 
Una de las veces que me levanté me acerqué a ver la first class que estaba un piso más arriba, aunque no se podía ver porque había un cordón para que no pasases se intuía el lujo. Escalera de madera  y todo tipo de lujos.
Al final me quedé sin ver la capilla que se supone que hay para poder rezar y que mi amiga Vero me pidió que fotografiase. Lo siento Vero, no pude ni acercarme jeje.
Aunque iba bien servida de comida, en el avión no pude evitar tomarme mi medicina sentimental, que la verdad me hizo sentir afortunada y a la vez un poco melancólica.
Estas chocolatinas nos las regalaron nuestros amigos Jenn y Llamas antes de venir, para que nos diesen animo, y la verdad es que funcionan.
Me encantó el Desentristol, estaba riquiiisimo jeje.






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